jueves, 10 de noviembre de 2011

Stormbringer


Historias de espadas con hojas letales y de libros que ocultan toda la sabiduría del pasado y del futuro. Guerreros y princesas, sacerdotisas y dioses. La búsqueda de las quimeras que siempre han estremecido la imaginación. Poder, amor e inmortalidad.
Los libros de Elric y (aunque en menor medida, pero aun así geniales) cómics que retratan a este personaje, son joyas de la fantasía heroica. Ya que en los mismos nos encontramos con un personaje poco particular para el típico ambiente de Sword & Sorcery. Nos encontramos con un sujeto el cual desde el comienzo tiene todo lo que varios personajes ansían en otros relatos de diversos autores. Ya que el Lobo Blanco (apodado así por su gente dado que es albino, condición que lo limita físicamente) posee un reino a su disposición y no uno cualquiera, controla el reino dominante, el conocido como la ciudad del ensueño y los muros púrpura. Asqueado por la vida llena de excesos de su pueblo es que se ve impulsado a tomar las riendas de su destino, ir contra las tradiciones y llegar a conseguir sus tantos apodos, entre estos se encuentra “el que navega contra los mares del destino”.
Yendo más allá del protagonista, Michael J.Moorcock logra, en sus relatos, mostrarnos un mundo lleno de enigmas e interrogantes, un mundo en el cual la magia fluye como el agua, un mundo el cual es reinado por las fuerzas del caos y el desorden. Los espíritus y fuerzas del universo son llamados al antojo del usuario de los cantos que jamás se explican como llegan a ellos. Moorcock nos presenta un mundo con un folclore tan propio y al mismo tiempo tan clásico, que distingue a la obra ante muchas otras de la época, pero no crea la necesidad de que cada paso sea explicado, cada canto visto a fondo ni cada criatura diseccionada para que podamos entenderla.
Cuando abrimos uno de estos libros nos vemos inmersos en la fantasía que todos llevamos dentro, siendo explotado por seres que nuestra imaginación clamaba por ver en acción. He leído reseñas que tildan a la obra de relato simplista, poco explicativo y de valores heroicos nulos, pero no dudo que cualquiera que lea una de estas maravillas quede con ansias de más.
Para resumir, Elric de Melniboné y las crónicas de la espada negra, Stormbringer, La Tormentosa o Elric el albino, o como se llame la edición que tengan a la mano es una obra maestra de la literatura fantástica, denle una chance y más que nada, no sean putos y disfrútenlo.

martes, 30 de agosto de 2011

Danse.

Y cuando llegue el momento, ¿seré tan bravo?.

La oportunidad se escapa de mis manos, de forma que no pueda discernir si por voluntad propia o mera acción del destino haya sucedido lo que una y otra vez rememoro en silencio, la clara equivocación del propio sentido común se refleja en la conciencia que atormentada, comparte su suerte con el individuo.
La inacción del ser que una vez se sintió omnipotente ante tales situaciones, le causa la caída que aún en horas de sueño no puede desmantelar de su alma.

Fiel a la definición de cordero, se encuentra aquel, que sumido en el llanto más absoluto, ignora lo que, a grandes rasgos, será, tal vez, el resto de su vida.

Pero no se niega nada a los presentes, pero los presentes niegan que nada haya sucedido. De una u otra forma, se ven atados a no anclarse a ese “por que” que ahora se menea frente a ellos, por que es real, por que es tangible, pueden sentirlo en su carne, es por eso que los asusta.

viernes, 19 de agosto de 2011

Venganza fútil.

Ahora que mirás atrás fijate, que cuando digas recíproco, puede llegar a cumplirse. No hay nada peor que desear lo que te da miedo, aunque quizá, que esto llegue.
¿Pero será entonces que comprendas lo que a otros has hecho pasar?
Con lejía lavarás las manchas de tu cuerpo, que grabé para que desprecies, por que si aprendieses a quererte sería traicionar tu odio por mí, puesto que así de diabólico seré. Tendrás mi nombre quemado tanto en frente como en palmas.
Los ríos que se abrirán para no tocarte y la gente, que te satisfará para no ser manchadas por las lágrimas que de tus ojos afloren.
Seré yo al final quien sonría en ausencia de tu dolor, por que mi victoria lo será cuando te creas del panteón de los vencedores.
¿Lo sentís? Es el gusto a nuez.

Un poco de Rock y sexo en la calle.

Ella balbuceó algo en su perfecto alemán acerca del amor y yo en mi castellano mediocre le explique la libertad y el rock & roll. Me contestó acerca de la mentira a uno mismo y del dolor. Entonces tuve que apuñalarla. "Sos muy linda para pretender ser tan inteligente". Le dije yo.

Confesión.

Y así resulta que te llamo e intento atraerte, no por que quiera hablarte, por que no tengo nada que decirte. Solo por que quiero que reacciones ante mi trampa. Por que me gusta cuando me hablas y me atrapas cuando me llamas, en caricias de dulces tonos valientes, que intentando imitar, burlo con austera firmeza.
Por que no me atrevo a pronunciar tales palabras de cariño en un tono tan plástico como estos días nos permiten. Viéndome involucrado quizá en penas de grandes repercusiones, de accionares rápidos, pero de resultados cuya estadía augura una partida lejos de encontrarse pronta.

Dos de tres.

Se recostó sobre su falda y descansando sus pechos sobre los muslos, de marcada constitución de su dueño, exhaló todo el aire que pudo, en un intento vano de relajación. Una vez sintió su palma se le escapó un pequeño grito ahogado por el intento de inhalar aire, propio del proceso respiratorio. Dos veces sintió su mano y sus labios fueron sellados por sus dientes, presionando bajo la furia de un éxtasis efímero, pasajero.
Tres veces sintió como su cuerpo se sometía al deseo de quien la dominaba y rebeldes lágrimas escaparon de sus ojos. Estas lágrimas decadentes eran todo para ella, por que no las sufría como todos los demás hacían al verla. Ella estaba tan enferma como su captor, o quizá más.

Él y él.

Sentía la sangre bajar por sus brazos; el frío del acero contra su piel; la irritación que le producía el óxido del mismo. La angustia que sentía por no poder soltarse le impedía pensar con claridad. Pero fue así como lo decidió, un pensamiento y fue suficiente. Lo único que pasó por su cabeza fue: “Si no puedo pensar claramente, dejaré de pensar…”Y su mirada se clavó en la nada y ahí fija quedó. Ya no le importaba que su cuerpo fuese profanado, la piel desgarrada, o incluso dado a muerte.Él, solo se dejó llevar.“¿En qué estabas pensando?”, preguntó él.“En nada…”, respondió él.

Serial.

Me mira, con su rostro rojo e hinchado, sus ojos a punto de salirse de sus cuencos. Intenta hablar, pero no se lo permito, solo susurros le entrego al viento, testigo de sus palabras. Presiono su garganta aún más fuerte y oigo un crujido. Solo segundos restan, pero son los mejores segundos de su vida, por que esta se le escapa, se libera de su lamentable estado de tristeza y dolor.
Entonces todo es éxtasis. Su alma chorrea por mis brazos, goteando de mis codos y mojando mi ser, completándome. Llenando mi vacío corazón con emociones de tristeza y melancolía, de amor, de pasión. Así sé que estoy vivo. Así distingo la línea que divide un lado del otro. Por que cuando no realizo mi arte, todo es gris, todo carece de matices y texturas. Cuando no puedo ser yo, solo soy un ciego más.

Londres.

Las naciones crecen, la gente se multiplica y el mundo se achica al paso del desarrollo. La sociedad muere y somos nosotros quienes la estamos matando lenta, pero eficazmente.
Dioses grises que se levantan desde subsuelos inhabitables tapan el sol que una vez nos alimentó. Estas edificaciones altas como el cielo, nos mantienen en días de eternos atardeceres ruidosos. Quienes comentaban que una ciudad se levanta ante nosotros, se equivocan, nosotros nos hundimos en ella.
Cada vez más insignificantes.